¿Se puede desgravar la compra de muebles de un piso de alquiler?

Los muebles y electrodomésticos de una vivienda se podrán deducir pomo objetos de amortización por un plazo de 20 años a razón de un 10% anual.

Continúa tras el anuncio

Declarar los gastos de un piso de alquiler es siempre complejo. Lo habitual es que se haga de los desembolsos mayores como pueden ser el alquiler de habitaciones o de las posibles obras y mejoras que se realicen en el inmueble. Sin embargo, y aunque la mayor parte de la sociedad lo desconozca, también se pueden desgravar los muebles y electrodomésticos que se adquieran.

Desgravar los muebles de un piso de alquiler, ¿es posible?

Efectivamente, es posible desgravar los muebles y otros enseres alquilados con la vivienda, eso sí, con matices: no en su totalidad y no de una sola vez. Para entender bien las razones, lo primero que se debe haces es definir qué considera la Agencia Tributaria como bienes muebles cedidos junto con el inmueble.

Estos son aquellos enseres que permanecerán en la vivienda por un periodo superior a un año e incluyen todos los muebles y otros elementos que se puedan mover dentro de la casa. Eso sí, dentro de esta definición se excluyen elementos fijos propios de la construcción del inmueble como pueden ser ventanas, marcos o puertas.

Sin embargo, como decimos, no se puede desgravar el precio total de estos muebles en el año de compra. Para desgravar su valor, se debe realizar una amortización. Es decir, cada año se puede deducir una parte de su valor hasta que Hacienda considere que se ha desgravado por completo, por lo que el proceso no será en ningún caso inmediato, sino progresivo. Esto se realiza para evitar posibles situaciones de fraude fiscal en que una persona quisiera realizar una desgravación de mobiliario todos los años.

Así, como se entiende que los muebles de un piso son elementos que deben perdurar en el tiempo, la desgravación de los mismos se realiza por un tiempo inferior, aunque próximo, a la vida útil de los mismos.

Continúa tras el anuncio

Cómo amortizar los muebles de la vivienda alquilada

De acuerdo con el manual para la ejecución de la declaración de la renta que Hacienda pone a disposición de todos los españoles, estos bienes pueden amortizarse siempre que «sean susceptibles de utilización por un período de tiempo superior a un año».

Para determinar la cantidad que se puede amortizar cada año, se debe utilizar la tabla de amortizaciones simplificadas que figura en la Orden del 27 de marzo de 1998. En ella, aparecen estipulados los años y porcentajes en que se pueden desgravar progresivamente los distintos productos susceptibles de tal proceso según Hacienda. De todos los elementos que aparecen, el que interesa aquí es el desglosado en el apartado segundo: Instalaciones, mobiliario, enseres y resto del inmovilizado material.

En este caso, se establece un límite de amortización del 10% durante un periodo máximo de 20 años. Lógicamente, el límite del importe de amortización lo impone el valor de compra del mobiliario, ya que no se podrá imputar una cantidad mayor al dinero desembolsado. En este sentido, para poder llevar a cabo este proceso, es necesario disponer de ese valor de compra y del justificante que, además, tendrá que estar a nombre del propietario de la vivienda; esto es especialmente importante cuando se compran muebles de segunda mano.

Qué ocurre con los electrodomésticos

La situación es exactamente la misma que la vista para los muebles de la vivienda, todo electrodoméstico se puede desgravar mediante amortización en un periodo máximo de 20 años y a razón del 10% por año. Es decir, se pueden desgravar electrodomésticos como la lavadora, el frigorífico o el microondas ajustes anuales y no por el gasto total en el año de su compra.

Recordemos que el cambio de un electrodoméstico, normalmente, se considera una mejora, sigue un procedimiento similar al que se aplica a las reformas en el inmueble y que deben consignarse en la casilla 0117 de la declaración de la renta.

Continúa tras el anuncio

Cuál es el máximo que me puedo desgravar por muebles o electrodomésticos

Como hemos venido indicando, un 10% del valor de cada uno de los elementos durante 20 años siempre y cuando no se sobrepase el precio de adquisición. Eso quiere decir que cada mueble o electrodoméstico comprado goza de un periodo individual de amortización de 2 décadas en las que, cómo máximo, se puede aplicar un 10% anual. Es decir, en 10 vencimientos el nuevo sofá de un piso de alquiler debería y podría estar totalmente amortizado.

Qué gastos de la vivienda son deducibles

Gastos de conservación y/o reparación

Cuando hablamos de reparaciones, es importante precisar a qué se refiere la normativa con este concepto. Se incluyen aquellas reformas que abarcan pintura, reparación de instalaciones o la sustitución de ciertos elementos.

La deducción de este tipo de obras tendrá un importe máximo deducible igual al ingreso por renta, y el resto de la cantidad se puede deducir durante los cuatro años siguientes a la fecha de la factura.

Tributos

Algunos tributos locales que son deducibles incluyen:

  • Pago del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles).
  • Tasas de recogida de basura.
  • Tasas de alcantarillado.
  • Tasas de alumbrado.

Además, también son deducibles algunas tasas y recargos nacionales.

Continúa tras el anuncio

Primas del seguro

Los seguros asociados al inmueble también formarán parte de los gastos deducibles, siempre que el pago lo realice el propietario. Los principales seguros que se pueden deducir son:

  • Seguro de responsabilidad civil.
  • Seguro contra robo.
  • Seguro contra incendios.
  • Seguro por rotura de cristales, etc.

Cantidades devengadas por terceros

Existen una serie de servicios extraordinarios que se prestan a la propiedad o comunidad, tales como los servicios del administrador de fincas, la empresa de seguridad, el servicio de jardinería o el mantenimiento de las instalaciones.

Si estos servicios representan un gasto común para un conjunto de propietarios, cada uno podrá deducir como gasto la parte proporcional que le corresponda, basado en el coeficiente de propiedad que le pertenezca.

Gastos de agencia inmobiliaria

Una agencia inmobiliaria puede formar parte de un gasto deducible siempre que ofrezca un servicio específico, como el pago por la gestión de la búsqueda y selección del inquilino, así como las labores comerciales para presentar el inmueble y negociar con el propietario.

Además, son deducibles para el propietario los pagos de una cuota mensual por la intermediación en el cobro de los recibos al inquilino y la gestión de cualquier mejora de la propiedad.

Continúa tras el anuncio

Gastos de suministros

Muchos propietarios mantienen el alta de los suministros a su nombre, pero el pago del consumo lo realiza directamente el inquilino mediante domiciliación bancaria.

Solo en el caso de que el propietario abone el suministro, ya sea de agua, gas o electricidad, este gasto puede ser deducido y corresponderá al 100% del total facturado.

Amortización

Se podrá amortizar un 3% de uno de los siguientes gastos, excluyendo el coste del suelo:

  • Coste de adquisición del inmueble.
  • Valor Catastral.

Gastos de financiación

Por financiación entendemos la cuota asociada a la hipoteca requerida para la adquisición del inmueble. Los intereses aplicados de esta hipoteca son deducibles dentro de los gastos relacionados con la financiación.

Los gastos de financiación incluyen la garantía del préstamo hipotecario, así como los gastos de notaría, agencia, etc.

Continúa tras el anuncio

Además, un seguro de vida que la entidad bancaria considere necesario para la financiación del inmueble también puede incluirse en esta partida de gastos deducibles.

Certificado energético

El certificado energético también puede formar parte de los gastos deducibles asociados a la adquisición, venta o alquiler de un inmueble. Este certificado es necesario para cumplir con la normativa de eficiencia energética y proporciona información sobre el consumo energético del inmueble.

Los gastos relacionados con la obtención del certificado energético, tales como el coste del informe emitido por un técnico acreditado, pueden ser deducidos, ya que forman parte de los gastos necesarios para la gestión y operación del inmueble.

Plazas de garaje

Si el contrato de alquiler de la vivienda incluye una plaza de aparcamiento o un trastero, el propietario también podrá deducir los gastos derivados de su mantenimiento, tales como la limpieza, así como los gastos de agua, luz o seguros asociados, siempre y cuando estas facturas sean independientes de las del suministro del hogar.

Suscríbete
Notificación de
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios