La situación ideal en que casero e inquilino mantienen una relación sana en la que las comunicaciones son fluidas y respetuosas es, por suerte, mayoritaria en los arrendamientos que se producen en España. Sin embargo, a veces pueden darse situaciones en las que el arrendatario se sienta agraviado por el propietario y, entonces, se plantee qué hacer y dude sobre si se le puede o no denunciar. En estos casos convendrá, no sólo tener claro si procede, sino, también saber a dónde debe dirigirse el afectado.
Motivos por los que denunciar al casero
En general, podemos decir que existen diversas causas por las que un inquilino puede verse en la difícil situación de tener que denunciar a su casero. Normalmente, este tipo de situaciones vienen derivadas de acciones realizadas por parte del arrendador que impliquen cláusulas abusivas o acciones que vayan contra la normativa vigente, sea ésta de específica aplicación (Ley de Arrendamientos Urbanos) o de un ámbito más general (Código Civil y Penal, por ejemplo).
Así, destacamos los siguientes como los motivos más habituales por los que denunciar a un casero:
- Cláusulas ilegales en el contrato de alquiler. No se pueden incluir en el contrato de alquiler cláusulas que contravengan la ley; así, deben respetarse en todo momento las normas que sean de aplicación y, en ningún caso, se pueden añadir al acuerdo términos que sean más restrictivos para el arrendatario que los establecidos en el marco legal vigente. Un ejemplo claro de esta situación será un contrato de arrendamiento que incluya una cláusula que exima al propietario de llevar a cabo las reparaciones necesarias en la vivienda.
- El inmueble no está en condiciones. Aquí nos referimos a un amplio abanico de circunstancias que pueden afectar a la habitabilidad, seguridad y salubridad de la vivienda: desde garantizar el buen funcionamiento de las cañerías hasta resolver rápidamente cualquier problema eléctrico. El propietario debe mantener un entorno seguro y saludable, lo que implica hacerse cargo de las infestaciones de plagas, eliminar el moho o reparar los daños causados por tormentas, por ejemplo.
- No hay privacidad. Los inquilinos tienen derecho a disfrutar de su vivienda de manera tranquila, lo que implica que el propietario no puede entrar en la propiedad sin previo aviso. Además, debe haber una razón justificada para la entrada, como la realización de reparaciones, y no simplemente porque el propietario lo desee.
- Intenta echar al inquilino antes de tiempo. Si se sospecha que el propietario está intentando forzar la salida del inquilino antes del término del contrato, este puede demandarlo y permanecer en la vivienda al menos hasta que se resuelva el conflicto judicialmente. Asimismo, si el propietario recurre a tácticas coercitivas, como incitar a los vecinos en contra del inquilino o cortar suministros de agua o luz, se puede presentar una denuncia ante las autoridades. Por último, si el inquilino ha sido desalojado y considera que el desahucio fue ilegal, puede demandar para que le reembolsen los gastos de alojamiento temporal.
- No devuelve la fianza. Si el propietario retiene la fianza, este puede demandarlo para recuperar esos pagos. Recordemos que, si el inquilino ha cumplido con sus obligaciones, el propietario debe devolver la fianza a tiempo y, si no lo hace o directamente se niega en rotundo, es aconsejable contactar con un abogado para emprender acciones legales.
Finalmente, como es lógico, hemos de insistir en que la denuncia debe ser siempre el último recurso para resolver posibles conflictos, ya que, de llegarse a este punto, la relación entre las partes se verá seriamente afectada y las tensiones serán palpables. Tanto es así que, muy seguramente, una vez resuelta la disputa, sea poco probable (y aconsejable) continuar con el acuerdo en los términos pactados.
Denunciar al casero en la Delegación de Vivienda
Este es el caso que puede ser necesario, por ejemplo, si se tiene la sospecha de que el casero no ha depositado la fianza en la Delegación de Vivienda. En esta situación, será necesario dirigirse a la sede correspondiente con el contrato de alquiler y el DNI del inquilino, o realizar el trámite de forma electrónica (en el caso de que la Comunidad tenga habilitada esta opción).
Recordemos que, si el propietario no ha realizado el depósito, es probable que la Agencia Tributaria no conceda los beneficios fiscales por deducción del alquiler, ya que la entrega de la fianza en la administración local es un requisito legal para poder acceder a estas deducciones.
También procederá denunciar al casero ante la Delegación de Vivienda si el inmueble carece del necesario Certificado de Eficiencia Energética. Se trata de un requisito necesario desde el año 2023 y su ausencia puede derivar en sanciones que oscilan entre los 300€ y los 1.000€.
Denunciar al casero en Hacienda
Si el propietario no declara el alquiler, puede enfrentar sanciones que incluyen multas, intereses de demora y recargos. Además, si el inquilino ha visto afectados sus derechos fiscales debido a esta situación (no ha podido beneficiarse de descuentos en la declaración del IRPF, por ejemplo), es posible reclamar los daños y perjuicios ocasionados.
En caso de tener dudas o sospechas sobre si el propietario está declarando adecuadamente el alquiler (por ejemplo, si se trata de un alquiler ilegal de habitaciones), se puede presentar una denuncia anónima. Esto permite informar a las autoridades competentes sobre la situación para que puedan investigar y tomar las medidas necesarias.
Para ello, hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- Pueden presentar denuncias públicas tributarias cualquier persona física o jurídica que conozca hechos o situaciones que puedan ser constitutivos de infracciones tributarias o tener trascendencia para la aplicación de los tributos.
- Para presentar la denuncia se procederá a rellenar los datos que se solicitan en el modelo de presentación online.
- Es posible anexar los ficheros que se estimen oportunos y que sirvan de prueba de los hechos denunciados.
- Una vez enviada la denuncia, el sistema comprobará que contiene el contenido mínimo exigido y asignará a la misma un número de registro de entrada que aparecerá en pantalla.
Denunciar al casero en la Policía
Para el resto de situaciones que puedan motivar a un inquilino a denunciar a su casero normalmente implicarán personarse ante la Comisaría de Policía más cercana o ante el juzgado de Instrucción que esté de guardia. Allí, habrá que identificarse (con el DNI, NIE o pasaporte), presentar algún documento que acredite al denunciante como arrendatario y rellenar el formulario de denuncia correspondiente exponiendo los hechos que motivan la reclamación.
