Tener la certeza de que un inquilino no va a incurrir en situaciones de morosidad es una de las mayores preocupaciones para todo propietario, sobre todo si el candidato en cuestión carece de nómina o de una fuente de ingresos constante. Para estos casos, precisamente, el Certificado de Inquilino No Moroso puede ser una herramienta vital para conseguir acceder a un piso de alquiler.
Qué es un certificado de inquilino no moroso
Se trata de un documento que confirma que el titular es un arrendatario responsable y que, como tal, ha cumplido con sus compromisos financieros, mostrando un historial impecable y sin ningún tipo de incidencia relacionada con el pago de alquileres anteriores. Evidentemente, es una herramienta esencial de cara a tranquilizar a los propietarios, ya que garantiza que, muy probablemente, no surgirán conflictos relacionados con el pago de las rentas.
Es emitido y verificado por una administración, empresa o plataforma con prestigio en el mundo inmobiliario y contiene información detallada sobre deudas de alquiler, facturas pendientes, posibles registros de morosidad en instituciones financieras, seguros y servicios públicos. Del mismo modo, también hace referencia a posibles sanciones nacionales e internacionales relacionadas con el inquilino interesado en alquilar una vivienda. Por último, aunque no todos los certificados de este tipo incluyen los mismos apartados, algunos de ellos también valoran la probabilidad de incumplimiento futuro de las obligaciones del arrendatario basándose en su historial crediticio y la veracidad de sus ingresos y solvencia mensual.
En definitiva, el Certificado de Inquilino no Moroso permite a los propietarios ahorrar tiempo al recopilar información sobre posibles candidatos y les ayuda a realizar una selección más efectiva, lo que lo convierte en una medida preventiva crucial para evitar problemas con pagadores morosos en el futuro.
Dónde pedirlo
Para solicitarlo, sólo es necesario dirigirse a una de las asociaciones o administraciones encargadas de expedirlas y aportar la documentación que se pueda requerir a los solicitantes. Aunque esta puede diferir en función de la entidad a la que se recurra, normalmente siempre es necesario acreditar documentalmente los siguientes aspectos:
- Nombre y apellidos del solicitante.
- Dirección de correo electrónico.
- Teléfono móvil personal.
- Foto de la parte delantera del DNI o pasaporte.
- Ingresos netos mensuales justificables.
No obstante, como es evidente, esos datos siempre van a resultar insuficientes para acreditar la solvencia del arrendatario, por lo que se debe autorizar, asimismo, a que se lleven a cabo las investigaciones necesarias a fin de garantizar liquidez suficiente para afrontar pagos futuros. Para ello, la mayoría de agencias consultan las siguientes fuentes:
- Base de datos de Inquilinos Morosos de la plataforma en cuestión.
- Registro de Impagados Judiciales (RIJ).
- Morosidad general (ICIRED).
- Ficheros de aseguradoras.
- Ficheros de terrorismo y blanqueo de capitales.
Cómo se consigue
Insistimos, en función de la plataforma encargada de expedirlo, el procedimiento puede variar, pero, por ejemplo, en el caso del portal Idealista, uno de los más reconocidos en el mundo del alquiler, para conseguir su Certificado de Inquilino No Moroso hay que actuar como sigue:
- Acceder al apartado web destinado a tal fin.
- Introducir los datos identificativos y fiscales antes detallados.
- Abonar las tasas que, en el caso de Idealista, ascienden a 9,90 euros.
A partir de ahí en, aproximadamente 12 horas (un día hábil como máximo) se remitirá el documento acreditativo en la dirección de email suministrada.
Cuánto cuesta
Como decimos, se trata de una gestión tan sencilla de realizar como económica, ya que, actualmente, sólo cuesta 9,90 euros. No obstante, hemos de decir que su precio se ha incrementado exponencialmente en los últimos tiempos, pues hace apenas unos años su precio era de la mitad al actual, es decir, de 4,90 euros. Esta subida, que, en términos relativos, es enorme, aunque en números finales siga siendo menor, refleja la inquietud que arrendatarios y arrendadores tienen respecto a posibles situaciones de impagos en el mundo del alquiler.
Alternativas gratuitas al certificado de inquilino no moroso
De cara a garantizar estabilidad financiera y capacidad para cumplir con los pagos de alquiler, como es evidente, no hay mejor documento a presentar que el mencionado Certificado de Inquilino No Moroso. No obstante, pese a ello, muchos propietarios siguen requiriendo al candidato la siguiente documentación para demostrar solvencia como inquilinos:
- Las últimas dos o tres nóminas.
- El contrato laboral (para determinar si es temporal o indefinido).
- Un extracto bancario o movimientos bancarios acumulados durante el último año.
- Un informe de vida laboral.
- La última declaración de la renta.
- Una carta de referencia de anteriores arrendamientos.
- Estudio de solvencia para el alquiler.
Del mismo modo, si, por el motivo que sea (normalmente económico), se prefiere optar por una alternativa gratuita a un Certificado de Inquilino No Moroso, una buena opción será pedir al banco un certificado de solvencia bancaria. En este caso, se trata de un documento escrito expedido por la entidad bancaria en el que conste la relación comercial mantenida con el cliente y la capacidad financiera del mismo para satisfacer los compromisos adquiridos con la propiedad.
Debemos decir que se trata de un trámite que, normalmente, emiten los bancos sin pedir contraprestaciones económicas (a fin de cuentas, es algo similar a un certificado de titularidad bancaria junto con un registro de liquidez de la cuenta), pero no es descartable que, en un futuro próximo, se pueda reclamar un pago por el documento. Además, en el caso de no requerirlo al banco directamente sino, por ejemplo, al FIM (Fichero de Inquilinos Morosos), sí será necesario abonar unas tasas, ya que esta plataforma certificará, en un único documento, que sobre el solicitante no pesen deudas con ninguno de los bancos en los que pueda tener cuentas abiertas, créditos o hipotecas.
