En un piso de alquiler, como en cualquier otro, puede haber imprevistos, y uno de los más comunes es que se rompa una persiana. Pero, si eso ocurre, ¿quién arregla una persiana rota en un piso de alquiler?
Quién tiene que arreglar la persiana y quién la paga
La respuesta a esta pregunta es: depende. Hay muchas variables que tener en cuenta, como la cantidad de años que tienen el piso y las persianas, el tiempo que lleva el inquilino en la vivienda, cómo se ha roto la persiana, si estaba bien instalada… Como ves, hay muchos factores que condicionan una respuesta u otra.
En el artículo 21 de la Ley de Arrendamientos Urbanos se recogen las cláusulas aplicables a la conservación de la vivienda. A grandes rasgos, esto es lo que indica:
Artículo 12 de la LAU – Conservación de la vivienda
El arrendador está obligado a realizar, sin derecho a elevar por ello la renta, todas las reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad para servir al uso convenido, salvo cuando el deterioro de cuya reparación se trate sea imputable al arrendatario a tenor de lo dispuesto en los artículos 1.563 y 1.564 del Código Civil. La obligación de reparación tiene su límite en la destrucción de la vivienda por causa no imputable al arrendador. A este efecto, se estará a lo dispuesto en el artículo 28.
El arrendador debe correr con los gastos de reparaciones sobre el inmueble, mientras que el inquilino se encarga de las reparaciones sobre el mobiliario y los enseres. Así, según este artículo, la reparación de la persiana debería correr siempre a cargo del inquilino.
Sin embargo, hay algunos casos excepcionales en los que el propietario deberá hacerse cargo de los gastos para reparar la persiana rota:
- Si el inquilino acaba de llegar al piso y no ha tenido tiempo de estropear la persiana.
- Si las persianas son muy antiguas y, por ende, más frágiles.
- Si la reparación tiene un coste elevado, normalmente más de 150€.
- Si la persiana tiene defectos de fabricación o está mal instalada.
Cómo arreglar una persiana rota
La mayoría de las veces que se rompe una persiana tiene fácil solución, por lo que, si el propietario o el inquilino son unos manitas, pueden reparar la persiana sin recurrir a profesionales y sin gastar demasiado. Una solución sencilla sin desembolsos adicionales.
Para saber cómo arreglar una persiana rota, antes habrá que detectar cuál es el motivo por el que se ha estropeado para ver cómo solucionarlo. Estas son las averías de persianas más comunes.
La correa de la persiana se desenrolla o se ha roto
A veces, la correa de la persiana se pela poco a poco con el roce hasta que, un día, cede y se rompe definitivamente. Cuando esto ocurre, la persiana se cae y no se puede levantar. También puede ocurrir que la correa esté tan usada que, cuando se sube la persiana, ésta se desenrolla poco a poco.
Para solucionar este problema, sólo hay que abrir el tambor y cambiar la correa o, si no está rota, enrollarla de nuevo.
La persiana está caída
Cuando una persiana se cae se debe, normalmente, a que el eje no se apoya bien en los soportes. Para solucionar este problema, sólo hay que cambiar los soportes y listo. En este caso, sólo habría que pagar por los soportes nuevos, que no son nada caros.
La persiana está atascada
Cuando una persiana se atasca suele ser porque hay una lama rota o que se ha salido de las guías. En este caso, si no son muchas las lamas perjudicadas, basta con cambiar las lamas encajando las nuevas a las demás. Por otro lado, si son muchas, lo mejor será cambiar la persiana entera.
Una buena forma de cubrirse las espaldas es contratar un seguro del hogar que cubra estos desperfectos para evitar conflictos cuando se rompa una persiana o cualquier otro mueble o útil de la vivienda.